PRIMER BAÑO DEL BEBÉ


El primer baño del bebé en casa debería hacerse una vez haya caído el cordón umbilical y esté totalmente curado. Así se minimiza el riesgo de que puedan entrar gérmenes en la herida del ombligo y provoquen infecciones.

Muchos papás temen el momento del baño durante las primeras semanas después del nacimiento. Aparecen dudas sobre cómo conseguir la temperatura correcta o cómo coger al bebé de forma que pueda disfrutar del baño sin que se pueda resbalar... todos estos miedos se van esfumando con la rutina del baño. 

Cuando decidas hacer el primer baño te recomendamos que pidas ayuda de una enfermera materno-infantil o comadrona,  podrá darte consejos sobre cómo bañar a tu bebé o niños pequeños. También es mucho más relajado si los dos papás están presentes ayudándose durante el baño.


 ¿Donde bañar al bebé? 

Te recomendamos que bañes a tu bebé donde os sea más cómodo y agradable.

Independientemente de donde lo bañes, la seguridad es lo fundamental. Nunca debes dejar al bebé ni a un niño pequeño en el agua sin vigilancia porque los accidentes ocurren en cuestión de segundos.

Si bañas al bebé en el lavabo, tienes que asegurarte de que no pueda abrir accidentalmente el grifo del agua porque si el agua está demasiado caliente podría sufrir quemaduras. Por eso, lo mejor es cambiar brevemente al agua fría al terminar de llenar el lugar donde se va a dar el baño.


¿Cuando bañar al bebé?

Los pediatras suelen recomendar dar de uno a dos baños semanales durante las primeras semanas de vida. Si vives en una zona donde el agua es muy dura, se le puede resecar la piel al bebé si lo bañas con demasiada frecuencia. Para que esté limpito, suele ser suficiente con lavarle regularmente con una manopla húmeda y caliente la cara, las manos y el culito con una esponja natural (exclusivamente para esa zona) Normalmente no es necesario añadir productos para el baño, si te apetece utiliza unas gotas de jabón, gel o aceite de baño especial para bebés.


El baño del bebé, paso a paso


 Pasos a seguir a la hora de bañar a un bebé:

  1. Prepara todo lo necesario para el baño de manera que esté a mano: agua a 36.5 -37 grados, manoplas o esponja natural, toallas suaves, pañales. Si tu bebé ya tiene pelo, necesitarás también un cepillo o peine. Comprueba siempre la temperatura del agua con un termómetro. Como los bebés pequeños perciben el dolor con retraso, reaccionan mucho más tarde que los niños más mayores al agua caliente, de manera que pueden sufrir más fácilmente una escaldadura dolorosa y peligrosa.

  2. Si vas a utilizar una bañera para bebés, tienes que llenar 3/4 partes de agua, aunque el tamaño de tu bebé también es decisivo.

  3. Calienta previamente la zona del cambiador. Para los bebés son muy desagradables los cambios de temperatura. Así, si se calienta previamente la zona del cambiador se minimizan los cambios bruscos de temperatura y el riesgo de que se resfríe. Una toalla con capucha ayuda también a que no se enfríe.

  4. Desnuda al bebé. Observa si se encuentra lo suficientemente cómodo para adentrarse en la aventura de la bañera. Los bebés que ya hayan tenido experiencias positivas en el agua caliente se pueden bañar cuando no estén de tan buen humor. A menudo el baño sirve, al igual que en el caso de los adultos, para tranquilizarse y relajarse. Los bebés que tienen gases o molestias abdominales también se tranquilizan con un baño caliente.

  5. Desliza al bebé lentamente en el agua para que no se asuste. Ve contándole lo que estás haciendo o cántale una canción, esto sirve para tranquilizar a los bebés que son más miedosos. Mantenlo siempre bien sujeto en la palma de tu mano. Deja que tu enfermera especialista te explique exactamente cómo sujetar al bebé.

  6. Limpia al bebé suavemente con ayuda de la manopla o esponja natural. No te olvides de limpiar también los pliegues en la piel y esos puntos a los que es más difícil acceder como entre los dedos de los pies, detrás de las orejas o en las arrugas del cuello y por último genitales y culete. Deja el pelo para el final para que no se enfríe por la cabeza.

  7. Tú decides si prefieres utilizar champú, loción o jabón. Si deseas bañar al bebé con un poco de aceite, por ejemplo para eliminar costra láctea de la cabeza, ten en cuenta que al sacar al bebé de la bañera su piel estará especialmente resbaladiza.

  8. Después del baño, seca al bebé lo mejor que puedas antes de vestirlo. Para evitar irritaciones o infecciones en la piel en los pliegues, es muy importante secar bien todas esas partes sin frotar. 

El baño del bebé debe durar entre 5 y 10 minutos para que no se enfríe demasiado. A medida que crece podrás ir alargando el tiempo y las veces.


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