AGUA Y LACTANCIA MATERNA




📷 Daria Shevtsova

 AGUA Y LACTANCIA

Es una pregunta muy frecuente que las madres nos hacéis cuando hablamos de lactancia ¿si bebo más agua tendré más leche? y la respuesta es que no. Lo que hará de verdad que tengas más leche es, sin duda, que tu bebé tenga un buen agarre al pecho y que se lo ofrezcas a demanda.


La recomendación general de ingesta hídrica para la población en general es de unos 2 litros al día y en madres lactantes podrá verse incrementada en 300-600ml para “compensar” las pérdidas mediante la lactancia. Pero hay que evitar imponer a las madres ese aumento como algo decisivo en el buen funcionamiento de su lactancia. 


La composición de la leche es de un 90% de agua y el 10% restante se corresponde en proporciones variables a grasas, anticuerpos, hormonas, minerales, vitaminas…. y esa composición varía según el momento de la toma y el momento del día, así de fabulosa y especial es la leche. Y es independiente de la cantidad de agua que bebas, así que hay que beber el agua que tu cuerpo te pida. Si que es cierto que cuando se está dando el pecho o al acabar la toma, a la mayoría de mamás les aparece sensación de sed, es por eso que se recomienda tener cerca una botellita de agua para que se pueda satisfacer lo que el cuerpo te pida, pero no hace falta forzarse a beber.


Es un mito, fuertemente arraigado, que debemos empezar a desterrar. Y además no hay ningún fundamento científico que confirme que para tener más leche, o bien, cuando hay problemas de cantidad el motivo sea una ingesta insuficiente de agua. 


Expertos en nutrición como Julio Basulto y en lactancia como el Dr. Carlos González afirman “La madre que lacta necesita tomar más agua, pero no es preciso imponerle un consumo determinado. Basta con que beba según su sed...Beber agua extra no aumenta la producción de leche, ni a corto ni a medio plazo”.


También hay que recordar que muchos de los alimentos que comemos tienen una composición de agua elevada, ahora en verano la sandia, el gazpacho, purés,... que pueden ayudar a cubrir con creces estas necesidades sin necesidad de forzarnos con más vasos de agua.


Así que disfruta de forma tranquila de tu lactancia, y escucha a tu cuerpo, él te marcará lo que debes hacer.



*Lectura recomendada: “Mamá come sano. alimentación saludable en el embarazo y la lactancia” Julio Basulto