OTITIS EXTERNA

📷 Anna Shvets de Pexels

 
 OTITIS EXTERNA

Con la llegada del buen tiempo y los baños en la piscina y la playa empiezan las odiadas y dolorosas otitis… un dolor de cabeza para los niños y una preocupación para los padres.


La otitis externa es la infección del canal auditivo externo, es decir, desde la entrada en el pabellón auricular hasta el tímpano.

Normalmente su causa son los restos de agua que quedan en el canal auditivo, estos favorecen la proliferación de bacterias y con ello las infecciones. También se pueden producir debido a lesiones causadas por bastoncillos u otros objetos que se puedan introducir en el oído (por suerte a los bastoncillos les queda poco…).


Es un proceso infeccioso leve, habitual en verano, pero muy doloroso que precisa de tratamiento antibiótico y calmantes, y por si no hubiera bastante, durante el tratamiento se desaconseja el baño… ya ves que es un incordio para ellos, que lo sufren, y para los padres que lo padecemos de otra manera🙈.


Su diagnóstico es rápido, principalmente tendrá dolor intenso, punzante y aumenta si se toca el pabellón auditivo, sobre todo si hacemos presión en el trago (la entrada al oído), y puede tener la sensación de oído tapado. El pediatra o enfermera pediátrica en consulta realizará una visualización del conducto auditivo donde confirmará esa infección, normalmente el canal está enrojecido y hay edema, en casos más avanzados puede supurar, no se acostumbra a hacer cultivos pero si son otitis recurrentes se podrían realizar.


El tratamiento es tópico, se administran gotas con antibiótico y en el caso que el conducto presente edema pueden también contener corticoides. Los primeros días puede precisar también algún analgésico para disminuir el dolor como el paracetamol o el ibuprofeno.


Durante el tratamiento se recomienda que no entre agua en los oídos, los tapones los primeros días no funcionan porque duele solo con tocar… imagínate introducir un tapón😱.


¿Y qué podemos hacer para prevenirlas? evitar que nos quede agua dentro secando bien el conducto sin introducir nada dentro (recuerda que eso puede ser una causa) con una toalla o un pañuelo de algodón. Y en el caso que vuestro hijo tenga otitis recurrentes se pueden utilizar tapones para evitar la entrada de agua, puedes encontrarlos de cera, espuma o realizarlos a medida en un centro auditivo, estos últimos sellan perfectamente el oído y no se deforman con el uso👌.