CONTUSIONES Y TRAUMATISMO CRANEO- ENCEFÁLICO
A medida que los niños van siendo un poco más autónomos y quieren la ansiada libertad de hacer las cosas por si solos sin ayuda, aparecen los pequeños percances propios de la edad infantil, a veces será una pequeña erosión o un chichón y otras veces se puede dar el caso de sustos mayores.
Es muy común en la edad infantil las contusiones en la cabeza. Anatómicamente los bebés y los niños pequeños tienen la cabeza en proporción con el cuerpo más grande que los adultos. Es por ese motivo que con facilidad cuando hay una caída la cabeza acostumbra a recibir el golpe.
En general la mayoría de veces no tendrá ninguna consecuencia y requerirá una dosis de mimitos, besitos mágicos y poca cosa más. Podéis aplicar frío, mojar unos pañitos en agua fresquita e ir cambiando cuando se calienten. Cuidado con el hielo, no se puede aplicar directamente en la piel porque puede quemar y además no se tolera muy bien. Otra cosa que también funciona es tener un stik de árnica en la nevera y aplicar cuando se golpee vuestro pequeño, las propiedades antiinflamatorias del árnica ayudan y el estar fría de la nevera también alivia.
Ahora bien, ¿cuándo es necesaria la valoración médica?, si nuestro bebé/niño presenta:
- Vómitos
- Está muy adormilado o irritable
- Le cuesta hablar o lo hace de forma incoherente
- No coordina la marcha
- Tiene visión doble
- Sangra por la oreja o la nariz
O simplemente no lo veis bien, es necesario acudir a vuestro pediatra o al servicio de urgencias.
Estos síntomas no tienen porqué aparecer inmediatamente después del golpe, es por eso que deberíais observar si aparece alguno de estos síntomas en las próximas horas.
Artículo redactado por Èlia Santiveri
Revisado por Lola Mosquera