EL MASAJE DEL BEBÉ


📷 pixabay

EL MASAJE DEL BEBÉ


Que momentos más bonitos nos puede brindar un buen masaje…. ¿A quién no le gusta sentirse mimado y querido?.

Cuando vamos a un domicilio de una nueva familia una pregunta común es que después del baño le hacéis un masaje pero que no se relaja, que no le gusta y que llora mucho. La gran mayoría habéis leído libros, os lo han recomendado o incluso en el centro donde habéis tenido a vuestro bebé os han enseñado algunos movimientos. Os voy a dar unas pequeñas pautas para que sea un momento especial y que lo podáis disfrutar ya que de eso se trata.


Antes de nada hay que recordar que vuestro bebé no está tenso, ni tiene ningún problema muscular, si lo tuviera como por ejemplo una torticulis congenita o una malposición lo debe tratar personal sanitario especializado como un fisioterapeuta, así que nuestro masaje será para establecer contacto, para brindar amor a través de nuestro tacto, para “nutrirlo” de afecto.


Lo segundo es buscar un buen momento del día, no debería ser justo después de comer, más bien algún momento del día que esté despierto pero tranquilo, que no tenga hambre y que no sea justo después del baño (són demasiados estímulos para un bebé y se estresa).


Prepara un lugar de vuestro hogar dónde puedas estar cómoda/o: 


  • En tu cama si te puedes sentar bien y no tienes dolor en tu zona perianal.

  • En un cambiador, a una altura cómoda para tu espalda

  • O sentado/a en el sofá con un cojín de lactancia.

  • Evita corrientes, y caldea la habitación para que no tenga frío y esté agusto.

  • Pon un poco de música tranquila, relajante si te gusta.

  • Y una luz cálida, evita que le dé en la cara, que no moleste.


Bien, ahora nos falta saber con qué se aconseja realizar el masaje. Lo mejor es un aceite vegetal, natural y sin perfumes añadidos. Evita las cremas que se enfrían super rápido y además se absorben y no nos permite deslizarnos como el aceite. Me gusta recomendaros alguna herboristería de las de antes, aún las podemos encontrar en las ciudades y los pueblos, búscala por tu zona y descubre sus secretos. Ellos os podrán aconsejar sobre los aceites que tienen, y podréis probarlos allí mismo. Sólo debéis explicar que es para un bebé, que no tenga aceites esenciales, ni perfumes, sin ningún conservante. Lo que llamamos aceite base, el más común es el de almendras dulces, aunque es cierto que tiene un olor peculiar y a algunas mamás les molesta. Pero hay muchos más como el de jojoba, caléndula, trigo, sésamo, oliva, girasol,... ya ves que tienes para escoger. ¿Sabías que en la India las familias con buenos recursos económicos utilizan el aceite de oliva para realizar masajes? Aquí lo tenemos tan interiorizado que a veces se nos olvida la suerte que tenemos de poder disfrutar de ese preciado regalo.


Evita para realizar masajes o nutrir la piel de tu bebé los aceites que no son vegetales, aún se venden destinados para el cuidado infantil aceites minerales y estos provienen de derivados del petróleo y hacen una película en la piel obstruyendo los poros y dejando una sensación pegajosa en la piel (no diré marcas pero solo hay que mirar etiquetas…).


Y ahora disfruta de tu momento... movimientos lentos y seguros, envolventes que note que estás ahí que se sienta seguro. Empieza por las piernas, los pies, brazos, manos, cara y espalda… al principio es difícil pasar de las piernas y los pies, ten paciencia tienes toda la vida por delante. Tú bebé te va a avisar cuando es suficiente, si llora, bosteza o tiene hipo (entre otros signos) te está diciendo que ya tiene bastante por hoy, así que un besito, un abrazo y mañana seguimos….



Artículo redactado por Èlia Santiveri

Artículo revisado por Lola Mosquera